Richard Stanley soñaba con adaptar al cine el clásico de H.G. Wells, La isla del Dr. Moreau. Finalmente, a mediados de la década de los noventa logró levantar el proyecto, pero su rodaje se convirtió en una batalla entre el arte y los intereses de la industria, que acabó con el director expulsado del filme. Este documental recoge la historia de una película que, pudiendo haber sido una obra maestra del cine fantástico, fue un fracaso estrepitoso.