En el octubre de 1991, una confluencia de condiciones meteorológicas se combinó para formar una tormenta del asesino en el Atlántico del Norte. Agarrado en la tormenta era el barco que pesca la espada Andrea Gail. El presagio magnífico y la anticipación llenan este drama de vida verdadera mientras los detalles minuciosos de los barcos de pesca, su marcha y el tiempo se yuxtaponen con la aventura de mar.